Este trabajo se desprende de mi pesquisa doctoral en ciencias antropológicas, donde analicé la configuración de mundos artísticos drag con énfasis en la relación entre las trayectorias profesionales y los espacios nocturnos de (homo)sociabilidad en la Córdoba contemporánea. Entre los innumerables intentos por definir qué sería aquello que distinguía el arte drag de otras prácticas culturales similares, se contaban narrativas mediáticas o científicas por ejemplo abocadas a una clasificación más o menos contundente en relación al género o la sexualidad de sus protagonistas. Aunque este intento por definir también se construía como un gesto discursivo que circulaba entre artistas, productores y públicos. Siguiendo la impronta etnográfica de mi trabajo, me preocupé por ir más allá de aquellas definiciones que apuntaban a la homogeneización para dar lugar a las singularidades con que se nombraban un conjunto de prácticas que parecían resistirse a la clasificación pero a la vez creaban categorías (móviles) de nominación que recurrían al género como variable central de diferenciación -y que también me incluían a mí en calidad de etnógrafa. Aparecían de este modo señalamientos sobre las diferencias o similitudes entre transformistas y drag queens, entre éstas y drag kings o distinciones en cada una de las categorías como drag femme, drag bicho, hyper-queen o bio-queen. ¿Cómo se movilizaban estas categorías y en qué situaciones? ¿Cuáles eran sus efectos performáticos y performativos?
Me ocuparé en esta ponencia de abordar las formas de nominación que un grupo de artistas drags y transformistas de diferentes generaciones y trayectorias producía para referirse a las prácticas artísticas a las que se dedicaban. En primer lugar retomaré los aportes de Newton, Butler y Halberstam, revisitando aquellos trabajos que centraron sus principales discusiones en la práctica del drag y su relación con el género. Con estas lecturas propongo introducir un marco más amplio de debates previo al análisis situado sobre el modo en que lxs artistas describían las prácticas, en función de qué, y cuáles eran las implicancias o tensiones que esto tenía en un arte cuyas “reglas” y “lugares” se re-definían de manera constante. Con el objetivo de analizar de qué manera esas formas de nominación se veían implicadas en complejos – y a veces tensos- procesos subjetivos y de producción social de la diferencia a través de marcadores como el género, la sexualidad o la corporalidad. En un sentido amplio me interesa en este trabajo analizar de qué modo se enlazaban performances de género con prácticas artísticas (estético/políticas) y cómo esa relación construía, para las artistas con las que trabajé, una pluralidad de performances escénicas en el contexto local cordobés.