Ponencia

Filosofía Analéctica, Dialéctica y Estado Endocolonial

Parte del Simposio:

SP.53: Pasados presentes en un mundo en transición. Desafíos de las antropologías en torno a los pueblos indígenas

Ponentes

Erick Leonardo Gutiérrez García

Escuela Nacional de Derechos Humanos Defensoría del Pueblo

Desde un interés antropológico-jurídico por conocer los modos de recepción del pensamiento jurídico venezolano, metódicamente desde una arqueología del discurso se logra desenterrar la ideología subyacente en dicho pensamiento, mediante la develación de su lugar de enunciación a través de una genealogía académica. En el proceso permanente de descolonización radical de nuestros saberes y praxis, se plantea partir de un necesario distanciamiento de la herencia colonial eurocéntrica, para una restitución epistemológica y una recuperación cultural de nuestras filosofías ancestrales autóctonas. Las filosofías de vida que marcan el sendero de retorno a las raíces están contenidas en los textos orales, cuyo sentido debe responder desde la materialidad de la existencia a los múltiples desafíos que presenta la condición endo-colonial. El Estado es colonial, capitalista y burgués, y reproduce subjetividades colonizadas e inocula endocolonialmente del proyecto moderno al interior de las civilizaciones autóctonas, para implosionarlas existencialmente por dentro. Como expresión de ello, la colonialidad jurídica caracteriza al pensamiento jurídico venezolano. Desde las filosofías del Buen Vivir, una primera herramienta de reflexión crítica es el pensar analéctico que permite la reivindicación del no-ser como lugar de enunciación; y una segunda herramienta es el pensar dialéctico desde el marxismo dusseliano, para des-fetichitizar el pensamiento jurídico a fin de poder construir teorías jurídicas decoloniales, mediante una reconstrucción del discurso vernáculo del derecho. Esto permitirá edificar un nuevo pluralismo jurídico profundo o radical y una interculturalidad critica-liberadora, a fin de lograr una democracia epistémica y una justicia cognitiva global.