En la presente ponencia nos proponemos comenzar un proceso reflexivo sobre nuestro quehacer antropológico a partir de la descripción etnográfica de nuestras propias experiencias laborales como docentes, investigadoras y como parte de equipos de intervención territorial y extensión universitaria.
Pretendemos llevar adelante esta tarea desde lo que se reconoce como enfoque etnográfico en educación (Achilli 2011; Rockwell 2011) entendiendo que el mismo comprende el abordaje de la cotidianeidad de los procesos educativos en las múltiples dimensiones sociohistóricas que los configuran. Desde esta perspectiva intentamos complejizar las miradas culturalistas y funcionalistas que circulan en distintos espacios educativos, como así también las perspectivas esencialistas y cristalizadas de los sectores populares, los pueblos originarios, las infancias y juventudes. Nos interesa también problematizar nuestras prácticas en el campo educativo y socioeducativo, retomando algunas discusiones acerca de nuestras incumbencias y aportes en cada espacio donde desarrollamos nuestro trabajo y las tensiones que transitamos como antropólogas.
Para acercarnos a este objetivo, describiremos nuestro quehacer antropológico en distintos niveles del sistema educativo; en la formación docente de carreras de educación (Educación primaria, Educación Especial, Ciencias de la educación y Educación Inicial) y del profesorado y licenciatura en Historia y en Artes Audiovisuales; y en el diseño y prácticas educativas en Museos. Estas labores abarcan, no sólo procesos de enseñanza y aprendizaje, sino también la co-construcción de memorias colectivas, la conformación de equipos interdisciplinarios de intervención en distintas modalidades educativas, la participación en equipos interdisciplinarios estatales y en equipos de prácticas pedagógicas y Socio-comunitarias. Estas primeras aproximaciones las llevaremos a cabo desde un abordaje situado, a partir construir un espacio de intercambio experiencial donde compartir las tareas que cada una desarrolla, en las provincias de San Luis, Santa Fe y CABA.
En estos encuentros los múltiples desafíos que se nos presentan, contemplan la importancia del sostenimiento y la defensa de los espacios curriculares y laborales ganados, intentando darle mayor legitimidad, y definición a lo que hacemos, cómo y para qué enseñamos e intervenimos. Además el intento o la aspiración de habilitar nuevas incumbencias desde las potencialidades de nuestra disciplina, es decir, en espacios donde, entendemos, resulta valiosa la antropología para pensar la educación y sus sentidos socio-históricos y políticos.