El territorio del municipio de Ecatepec, al norte del Valle de México, se encuentra atravesado por una articulada red superficial y subterránea de infraestructuras de desagüe donde se transportan las aguas residuales de la ciudad, que finalmente son expulsadas del valle. De tal manera, algunas poblaciones de este municipio habitan una geografía del desagüe que tiene efectos violentos, tanto simbólicos como concretos. La toxicidad de los contaminantes industriales y bacterianos de los cauces de aguas negras se mezclan con imaginarios de peligro, abandono y deterioro; y en la última década, durante la cual han despuntado las tasas de violencia en este municipio, la geografía del desagüe ha servido también como infraestructura criminal, cuerpos humanos son encontrados y buscados constantemente en los canales a cielo abierto de este municipio (Carrión, 2018; Torres y Smith 2023; Rozental, 2023). A partir de trabajo etnográfico en colonias colindantes a los canales de desagüe, entrevistas con habitantes y con trabajadores de las dependencias del gobierno encargadas del desagüe, en esta ponencia analizo cómo se entretejen y se potencian mutuamente las materialidades del desecho y las violencias superpuestas en estos lugares, a través de qué actores y procesos se relacionan, qué papel tiene el estado en la producción de este paisaje y cómo, de cualquier manera, la vida se reproduce en estas geografías del desagüe.