El presente trabajo busca exponer, de manera comparativa, dos experiencias pedagógicas universitarias: una clase que dicté sobre “Artes y legados afroamericanos” para un seminario de maestría sobre Artes, culturas y sociedades en América Latina, en la Universidad de Buenos Aires y un Taller, realizado junto a otres compañeres, sobre “El problema de los cuerpos y las subjetividades en procesos de racialización y cisheteronormativización” en el marco del V Coloquio del Centro de investigación y estudios en teoría poscolonial, realizado en la Universidad Nacional de Rosario; ambos eventos transcurridos durante el 2023. Hace ya varios años que, junto a colegas del Área (UNR) y del Equipo (UBA) de Antropología del cuerpo, vengo ensayando distintas estrategias pedagógicas ligadas a la performance para discutir y ahondar en procesos de diferenciación social violentos, jerárquicos y excluyentes. La importancia de la comparación que aquí busco realizar se encuentra en las diferentes respuestas y muy desiguales eficacias que resultaron de estas pedagogías. En el primer caso, la propuesta fue rotúndamente rechazada, causó enojo y malestar. En el segundo, fue bien recibida y permitió ahondar de formas novedosas en la problemática. Trataré de indagar en las causas de esta diferencia para extraer de allí algunas conclusiones respecto a los diferentes efectos performativos que pueden tener las materialidades “extra académicas” cuando son utilizadas para fomentar la reflexividad. En especial cuando se busca trabajar sobre temas vinculados a la violencia sobre los cuerpos, las materialidades “fuera de contexto” pueden causar rechazo o atracción/fascinación, provocando distintas respuestas afectivas que favorecen o bloquean la crítica buscada. Finalmente, abro interrogantes sobre cómo es posible renovar una epistemología colonial que se mantiene anclada en el valor positivo de la palabra y las letras, frente a otras materialidades generadoras de conocimiento.