El Instituto Lingüístico de Verano (ILV), organización lingüístico-misionera estadounidense, fue un actor fundamental en la política lingüística y educativa indígena en América Latina durante el período “indigenista” (1940-1971) (López y Sichra 2008). En la década del setenta, con las críticas al indigenismo clásico y la irrupción pública de una intelectualidad indígena en la segunda Reunión de Barbados, se cuestionó la legitimidad de esta institución y se consiguió su salida de varios países de la región. Es precisamente en este contexto adverso para el ILV que llega a Chile, en plena dictadura militar. Este es el último país del continente al que ingresa el ILV; constituye un caso tardío que, por lo mismo, no ha sido considerado por las investigaciones que han estudiado las polémicas de esta institución en la región (e.g. Stoll [1983] 1985; Cano et al. 1981).
Esta presentación adelanta algunos resultados preliminares de una investigación en curso sobre la intervención glotopolítica del ILV en Chile, específicamente en lo que atañe a su trabajo con la lengua mapuche. A partir del trabajo de archivo, el análisis discursivo y material etnográfico, me enfoco principalmente en las relaciones -de alianza y de conflicto- que establece el ILV con los actores locales en dos espacios de acción: por un lado, su posicionamiento en el campo de estudio sobre lenguas indígenas, que se estaba institucionalizando en Chile; y, por otro, con organizaciones y colectivos mapuche. El contexto discursivo que enmarca la intervención del ILV es el debate lingüístico-ideológico (Blommaert 1999), que ya se estaba dando en el campo local, sobre el uso de la lengua mapuche en la educación formal. A contrapelo de los actores nacionales, el ILV desarrolló “Talleres de alfabetización para autores mapuche-hablantes” en los que se enseñaba a escribir y leer en lengua mapuche a hablantes rurales. El trabajo de estos talleres se organizó en torno a la Imprenta y Editorial Küme Dungu, iniciativa literaria en la que, entre 1983 y 1998, participaron más de 15 autores que publicaban en formato bilingüe.
La investigación adopta una perspectiva glototopolítica, esto es, se pregunta por la implicación de las lenguas, sus representaciones ideológicas y su gestión institucional en procesos sociales de negociación y disputa en torno al acceso y el ejercicio del poder (Del Valle 2017). Una categoría central en este tipo de análisis es la de “ideologías lingüísticas”, representaciones sociales que vinculan el lenguaje con un orden extralingüístico, naturalizándolo y normalizándolo, por lo que colaboran con la reproducción de estructuras sociales y desigualdades (Del Valle & Meirinho-Guede 2016).