En esta ponencia nos proponemos reflexionar analíticamente en torno a los procesos de gobierno de las infancias y las modalidades que este adquiere en dos campos de intervención distintos como son la escuela y el sistema de protección de derechos de niñxs. Históricamente el campo de intervención y los circuitos de circulación produjeron dos sujetos coexistentes: el niño escolarizado y el menor institucionalizado. En la actualidad las denominadas leyes de protección integral presuponen la superación de esa dicotomía, corresponsabilidad mediante, en pos de una figura de niño como sujeto de derechos universal. Sin embargo, dicha articulación no está exenta de tensiones.
En ambos campos se estructuran asimismo, en clave de una apelación, anclada tanto en normativas como en un repertorio semántico-moral, en torno a una retórica de preservación y restitución de derechos de niñxs. Este trabajo se propone como una instancia de reflexión anclado en nuestras respectivas investigaciones doctorales, que, interesadas en las problemáticas vinculadas al tratamiento dado a la infancia, ponen el foco en estos dos campos. De este modo, si bien con marcadas diferencias, en ambos referentes empíricos identificamos, en la dimensión más cotidiana de las intervenciones, una tendencia a promover cierta “pacificación de las conductas”, en el marco de un ethos común con apelaciones constantes a la promoción de la autonomía, el autodisiciplinamiento reflexivo y el control de sí.
En el espacio escolar, estos fundamentos se condensan en la apelación a una “convivencia pacífica”, la que es presentada como contracara y resolución de las problemáticas de bullying y la violencia escolar. En los organismos administrativos encargados de restituir derechos, en el marco de intervenciones que ponderan abordajes no autoritarios, pedagógicos y anclados en la dinámica del consentimiento y el compromiso, niñxs y adultxs deben muchas veces escenificar cambios conductuales que expongan su capacidad de gestionar su vida de manera autónoma y responsable, tanto de sí mismo como de sus vínculos con otros.
Nos proponemos aquí, explorar las diferencias y continuidades en los modos en que, en ambos campos, estas prácticas se entraman con particulares tradiciones institucionales de larga data, mientras promueven modos específicos de relaciones interpersonales, transformaciones conductuales y formas de gobierno de sí mismo.