En esta ponencia abordo la relación entre futuro y materialidad en un asentamiento informal construido por migrantes en las afueras de Santiago. Considero que esta relación es un aspecto fenoménico relevante para elaborar algunos análisis sobre la vida de las personas migrantes en las tomas y campamentos de ciertas zonas de Chile. A partir de observaciones, testimonios y conversaciones informales sostenidas con los habitantes de campamentos y tomas pongo el foco en las prácticas de autoconstrucción como formas de transformar el mundo material en narrativas sobre las posibilidades futuras.
Chile vive desde hace más de cinco años un aumento del flujo de migrantes latinoamericanos que llegan al país en busca de una vida mejor. Sin embargo, producto del carácter desigual del país, la crisis económica atizada por la Pandemia y los problemas históricos de acceso a derechos, los migrantes de escasos recursos o que no han podido tramitar formas de regularización, se encuentran atravesando, en la vida cotidiana, las mis estrecheces materiales con que lidian los pobres urbanos: explotación e inestabilidad laboral, precarización y dificultades en el acceso a la vivienda, etc.
En este contexto, muchas familias de migrantes se han visto impelidas a emprender la autoconstrucción de asentamientos en terrenos baldíos o marginales del extrarradio de Santiago. Tales construcciones, más allá de su apariencia precaria y de emergencia, revelan una riqueza de procesos sociales y comunitarios que representan un reto para las visiones normativas del hábitat urbano y de la inclusión de las personas migrantes a la vida nacional.
En esta ponencia pretendo presentar uno de los aspectos salientes de mi encuentro con este trabajo de campo: las relaciones del tiempo futuro con la propia construcción material del asentamiento. Argumento que los proyectos migratorios familiares, los planes para vivir una vida que valga la pena ser vivida en Chile o continuar con la movilidad hacia otros destinos, en teoría, más venturosos, se encuentran imbricados en las configuraciones de las materialidades presentes en el espacio doméstico y comunal. A través de la presencia en los campamentos es posible observar formas políticas y ciudadanas alternativas en las que los elementos temporales y espaciales van más allá de ser un marcador de contexto, para convertirse en elementos agentivos que los migrantes esgrimen como una forma de tomar posición ante el régimen migratorio y fronterizo chileno que los oprime.