La presente ponencia aborda los inicios del concepto de bricoleur y sus implicancias en
las investigaciones sociales cualitativas, específicamente en etnografías colaborativas
al sumar nuevas herramientas, disciplinas y técnicas de representación. En este escrito
se realiza un recorrido de la disciplina antropológica, hasta encontrar un punto de
inflexión entre el bricolage y las metodologías colaborativas/participativas, desde lo
teórico y lo empírico. Para ello, doy como ejemplo las decisiones y estrategias
metodológicas que desarrollé en mi tesis de magister, las cuales consistieron en la
producción de “escritos propios” y fotografías participativas, desarrollados por las y los
participantes afrodescendientes, aymara y afroandinos del valle de Azapa, Arica, Chile.
Por último, evidenciar que el proceso etnográfico necesita también un constante
ejercicio de autoreflexividad y cuestionamientos para dejar atrás el colonialismo y el
extractivismo, y negociar un compromiso de acción colectiva.