La inscripción de significados castrenses en el cuerpo y su posterior desmontaje es materia de reflexión de este artículo. Me propongo reflexionar sobre la construcción de la corporalidad castrense en la piel del soldado-etnógrafo, las prácticas corporales y la instalación de dispositivos coercitivos como la nación y patria en mi cuerpo. Luego, analizo los marcos simbólicos que pautan las prácticas de (des)vestir el cuerpo militar disociada de una masculinidad hegemónica local de Ayacucho, Perú. Metodológicamente, me sitúo en y desde la autoetnografía como una aproximación a la experiencia corpórea de pasar por una institución fundante. Concluyo que la importancia de repensar el cuerpo del etnógrafo posibilita la comprensión de la materialización de las relaciones sociales mediante la experiencia compartida con (nos)otros.