El trabajo aborda la situación de familias que migran desde la década del 70 de zonas rurales de Potosí y se asientan en un barrio de la provincia de Buenos Aires. En esta presentación analizo la relación entre las condiciones subordinadas que las familias migrantes encuentran para su inserción social y las respuestas que producen desde el trabajo familiar y comunitario. Atiendo a las relaciones de desigualdad que las atraviesan y las luchas colectivas por mayor igualdad, en contextos laborales. Asimismo, me centro en el reforzamiento de lazos colectivos y el modo en que las tensiones en torno a la desigualdad cruzan la formación de las generaciones jóvenes, nacidas en Argentina.
Los espacios laborales analizados expresan tensiones entre la fuerza de lo colectivo y las tendencias al mejoramiento familiar. A lo largo de la investigación etnográfica iniciada en 2015, fui reconstruyendo relatos y prácticas de las familias migrantes que ponen en evidencia la precariedad y segmentación de algunos nichos laborales, así como la persistencia del carácter doméstico del trabajo tanto en la producción hortícola, como en la comercialización en ferias y mercados a gran escala (aún en trabajadores capitalizados). Pude advertir que la flexibilidad (asociada a la informalidad) con que se caracteriza esas tramas y relaciones, requiere ser leída considerando aspectos particulares de los contextos de origen de la población migrante, tales como la capacidad de desplazamiento de las familias campesinas en economías mixtas y la predominancia del comercio de base familiar en mercados, elementos que han jugado en las decisiones de migrar y en las formas asociativas en el contexto de movilidad. Al mismo tiempo, comencé a considerar cómo el sentido afirmativo-reivindicativo de estas formas de la economía de base familiar-comunitaria, se sostiene en una organización fuertemente estratificada.
Esta experiencia invita a considerar (siempre con límites) la categoría de economía popular en el análisis, asumiendo que nuclea a sectores con capacidad de auto-organizarse, donde los trabajadores reinventan aspectos de su propio trabajo, aún en el marco de un mercado fuertemente excluyente, y viven las actividades económicas desde relaciones cotidianas sin separaciones rígidas entre lo formal de lo informal, lo social de lo económico, lo productivo de lo comercial. Por otro lado, las relaciones reconstruidas muestran simultáneamente cómo la búsqueda de mejoramiento material de las familias, fue dando lugar a complejas formas de organización, que combinan procesos de acumulación, genealogía familiar, producción de prestigio y distinción en múltiples ámbitos de la vida cotidiana y nuevas formas de relación con el estado.