En México, el acceso al agua potable es distribuido de manera asimétrica entre los estratos sociales. Dicha desigualdad obedece a diversos factores de índoles económica, política, social o urbana. El municipio de Zapopan concentra la mayor riqueza en el estado de Jalisco –uno de los más dinámicos del país, por su parte–; sin embargo, en esta alcaldía hay barrios que, según diversos indicadores, se clasifican como marginales. Tal es el caso de la Mesa Colorada Poniente: en él se experimenta este tipo de desigualdad, al punto que la mayoría no cuenta con el servicio básico en cuestión a pesar de tener la infraestructura necesaria para recibir abastecimiento de manera regular.
El objetivo de la presente propuesta es mostrar las desigualdades en torno al abastecimiento y al acceso al agua potable en este barrio y las formas en que dicha desigualdad moldea, en parte, el bienestar de las y los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara. En efecto, el trabajo de campo muestra que la mayoría de las personas adquieren el agua a través de la compra de pipas, o bien, obtienen el agua entubada por acarreo de otra vivienda, incluso en tiempos de crisis han accedido al bien por medio de tomas o recolectores públicos (fue el caso de la pandemia por COVID-19). De acuerdo con los parámetros, establecidos por el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) en colaboración con la CONAVI (Comisión Nacional de Vivienda), se establece que los servicios básicos con los que debe contar una vivienda son agua potable, drenaje, energía eléctrica e infraestructura para que el combustible utilizado para cocinar no resulte dañino para la salud de las personas. En esta medición de la carencia por acceso a los servicios básicos, se estima que, si una persona adquiere el agua de un pozo, río, lago, arroyo, pipa o bien el agua entubada se adquiere por acarreo de otra vivienda, de una llave pública o hidrante, está en condiciones de carencia, tal es el caso de las y los vecinos de la Mesa Colorada Poniente. Esto afecta dimensiones de la vida como la económica, la social, aun la salud.