En los últimos años, los programas de formación docente en educación intercultural bilingüe (EIB) en Perú han aumentado en respuesta a las demandas de los movimientos indígenas de una educación lingüística y culturalmente pertinente y a la escasez de educadores bilingües en el sistema educativo nacional. El creciente reconocimiento de la diversidad contemporánea de perfiles y trayectorias de estudiantes bilingües (Andrade, 2019; Zavala y Brañez, 2017), alerta la necesidad de comprender las experiencias individuales de convertirse en hablantes de lenguas indígenas en este creciente contexto educativo de educación superior.
En esta presentación daré a conocer las experiencias de reivindicación lingüística y cultural (Leonard, 2012) de mujeres universitarias estudiantes de un programa de formación superior en EIB en Lima, Perú. Particularmente, me enfoco en las experiencias de aquellas estudiantes que identifican el ingreso a la carrera universitaria como un punto de quiebre en sus trayectorias lingüísticas (Walsh, 2017) hacia fortalecerse como aprendices y nuevas hablantes (Rasmus y Lane, 2021) del quechua kañaris, quechua chanka y del aymara.
Los resultados provienen de un estudio participativo realizado en 2022 junto a Angélica Choque, Victoria Charca, Guisell Quispe y Grendy Nina, egresadas y estudiantes actuales de la carrera. A lo largo de tres talleres de investigación presenciales y en línea, utilizamos y desarrollamos métodos biográficos para explorar, junto con 20 participantes, sus experiencias vivenciadas (Busch, 2016) de aprendizaje de sus de lenguas originarias.
Abordaré cómo el convertirse en hablante de una lengua originaria es vivenciado como un proceso corporal y emocional a través del cual las estudiantes identifican y transforman algunos de los impactos de la colonialidad en sus vidas y en la de sus comunidades. También exploraré las posibilidades que los métodos biográficos visuales y materiales, guiados por posturas participativas y metodologías indígenas (Chilisa, 2012) pueden tener para mejor comprender y acompañar procesos individuales y colectivos de revitalización lingüística.