En esta ponencia indagamos sobre los modos en el que las relaciones de parentesco se despliegan en las prácticas deportivas de un colectivo de migrantes bolivianos de la provincia de Buenos Aires, Argentina. El texto se sostiene sobre los resultados de un trabajo de campo realizado durante seis años en la Colectividad Boliviana de Escobar, donde la práctica del fútbol adquiere singular alcance y relevancia. Esta asociación lleva adelante una diversidad de actividades deportivas, de las cuales participan numerosas personas migrantes y descendientes de migrantes. En la ponencia nos focalizamos sobre uno de los torneos locales más populares, que tiene la particularidad de estar orientado fundamentalmente a personas bolivianas. Allí se despliegan con fuerza pertenencias nacionales, pero también adscripciones regionales, locales y comunitarias de las familias migrantes.
Por una parte, señalamos que la Colectividad instaura mecanismos a través de los cuales reconoce o niega la pertenencia boliviana a los jóvenes interesados en participar de la mencionada competencia, con lo cual les otorga o niega el derecho a acceder. Esas regulaciones adumen a los lazos de descendencia como criterio fundamental de atribución de identidad. De ese modo, el parentesco se sitúa en el centro de la dinámica cotidiana, convirtiéndose en un tópico de constantes discusiones y tensiones. Nos preguntamos, entonces, por los sentidos que los sujetos construyen sobre lo identitario y el parentesco en este contexto, y cómo ellos se relacionan con los procesos más generales de transmisión intergeneracional de las pertenencias. Esto adquiere particular relevancia en un contexto en el cual la mayor parte de los jóvenes participantes son nacidos en Argentina, y donde se registra frecuentemente la expectativa de los mayores por que sus hijos o nietos “sigan siendo bolivianos”.
Por otra parte, en la ponencia atendemos a la forma en que muchos equipos participantes están atravesados por relaciones familiares. Esta cuestión nos remite, a su vez, a los modos en que el parentesco estructura y define diversas comunidades de pertenencia al interior de la población migrante del barrio. En efecto, la población migrante del barrio frecuentemente está inserta en redes de solidaridades y pertenencias que remiten a regiones y lugares específicos de origen. Entre ellas, existen comunidades que se referencian en ciertos ayllus, formas organizativas tradicionales de las sociedades andinas en que las relaciones de parentesco ocupan un lugar fundamental. En función de ello, nos preguntamos cómo la adscripción a estas comunidades se pone en juego dentro de las canchas, donde muchos equipos se muestran como representantes de sus comunidades de origen, al mismo tiempo que están vinculados por lazos de parentesco y paisanaje.