La Constitución Federal de 1988 trajo nuevos derechos, actores y procedimientos legales. Entre estos actores, los niños y adolescentes se convirtieron en sujetos de derechos y dejaron de ser objetos, una innovación con respecto a la legislación anterior. En la interfaz específica entre la libertad religiosa (también garantizada a esos nuevos sujetos de derechos) y la custodia parental, algunos casos recientes muestran que el marcador de edad se cruza con los marcadores de raza y religión, llevando a resultados que parecen poner en tensión los marcos legal y moral a nivel de las decisiones judiciales. A partir de esta constatación y del análisis de casos publicados en los medios escritos, busco identificar y comprender qué moralidades están en juego y cómo producen diferencias, en este caso religiosas, en los casos en que la custodia de madres y padres se cuestiona con el trasfondo de conflictos religiosos.