Desde hace aproximadamente más de una década, aunque el fenómeno tiene su antigüedad previa, en diversos medios de comunicación (periódicos, revistas, canales de TV, estaciones de radio; redes sociales informáticas), nacionales y regionales (principalmente de la región Nordpatagónica), se ha intensificado una campaña de persecución, descalificación, discriminación y negacionismo en varios aspectos hacia el pueblo originario mapuche que habita en las provincias de la Patagonia argentina.
Asimismo, y continuando con la moda ultraderechista / neofascista que se expande con gran fuerza y poder, tal como se percibe en otros lugares del mundo, Argentina no resulta la excepción y desde hace algún tiempo, podemos apreciar el surgimiento de grupos e individuos que desde la política y desde los sectores económicos más concentrados, desarrollan un discurso cada día más radicalizado con matices ultraderechistas / neofascistas, con elementos de discriminación, racismo, xenofobia, odio y violencia. Dichas manifestaciones se encontrarían vinculadas con el desarrollo de poderosos intereses empresariales expropiatorios (neo-extractivismo hidrocarburífero, proyectos hidroeléctricos, emprendimientos turísticos, urbanísticos, desarrollos forestales, neolatifundismo; etc), relacionados con cierta lógica de acumulación del capital en la región, la cual estaría expresando la lógica de “acumulación por desposesión” (Harvey).
Ello se produce en el marco de la necesidad de los sectores dominantes de la sociedad, de profundizar el disciplinamiento de los sectores populares en general y de los trabajadores en particular, con un grave riesgo de consolidación de diversas formas de “racismo de Estado”, biopoder (Foucault), y de acciones violentas hacia diversos sectores sociales, tales como: trabajadores, organizaciones sindicales, pueblos indígenas, colectivo LGBTQI+, feminismos varios, militantes políticos, inmigrantes; etc.
En la presente ponencia nos proponemos describir y analizar el fenómeno señalado precedentemente, con la finalidad última de instrumentalizar herramientas de resistencia ante la “guerra cultural” desatada junto al avance de fuerzas reaccionarias que amenazan los derechos sociales, políticos y económicos de los sectores populares en general y del pueblo mapuche en particular.