Sobre el hambre y la inseguridad alimentaria y nutricional en el Brasil, historicamete los movimientos sociales tensionan los gobiernos para intentar erradicarse la. Desde 2006 la creación de la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional con la inclusión de la alimentación como derecho constitucional (2010) se ha convertido en una responsabilidad del Estado.En la Pandemia del COVID 19 (2020), inspirándose en la experiencia de los comedores sociales de Argentina y Uruguay, ha empezado el proyecto Cozinhas Solidárias del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) como estrategia para mitigar el problema del hambre. Una red de solidaridad se ha reunido para estimular, además del plato de comida, una nueva relación desde la oferta alimentaria, la producción de las comidas, el cultivo de huertas/huertos comunitarios hasta la recepción de alimentos producidos por agricultores locales agroecológicos. Por lo tanto, presenta un arreglo innovador que articulase con la formulación de las políticas públicas para combatir el hambre, las iniquidades sociales y inseguridad alimentaria y nutricional.
En Brasília, Sol Nascente la cocina del MTST, con el protagonismo de las cocineras, tres mujeres que se reconocen pretas, cuidan de la huerta y trabajan todos los días para preparar las comidas para 120 personas. En eso territorio existen familias con distintos modos de comer que se traducen por sus identidades, memorias, dolores y esperanzas. Personas que han venido de todas las partes del país en contextos de vulnerabilidad y desigualdades. Empezamos el abordaje de educación popular intentando construir pertenecimento. Eso trabajo está involucrado con el proyecto MultiplicaSSAN de la universidad de Brasília, que reúne iniciativas de enseñanza, extensión e investigación. Nosotras del proyecto de extensión universitaria MultiplicaSSAN – Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad de Brasília, empeçamos la relación com la cocina de convivencia del cotidiano de la comunidad haciendo tareas como: cocinar, comer, trabajar en la huerta y actividades de formación política del movimiento. La propuesta pedagógica de la educación popular es el reconocimiento de saberes culturalmente importantes con la valorización del conocimiento popular al lado de los saberes tradicionales. Las pedagogías en red son procesos educativos con un enfoque decolonial que promueven arreglos sociopolíticos en un contexto de lucha contra las estructuras hegemónicas de poder y a favor de la valorización de los segmentos sociales que han sido subalternizados y racializados por la modernidad/colonialidad en la Latino -América.Las intersecciónes entre la cocina, las personas y el territorio promueven una red de aprendizaje y relación con el comer y las comidas, desde su origene hasta la (re)significación de valores culturalesy resgates de memorias decoloniales de saberes ancestrales involucrados con prácticas de comensalidade. La cocina es tratada como un territorio simbólico para replantear la cultura, la producción, el territorio y las prácticas alimentarias. Además, son espacios de socialización donde se establecen intercambios y fortalecimiento de relaciones solidarias y redes de apoyo social, especialmente entre mujeres. La cocina es entendida como un cuerpo simbólico: cuerpo-cocina, a partir de las relaciones sociales vividas por luchas y formas de existencia, configurando cuerpos-territorios.