El 3 de diciembre de 1978, por decreto de la dictadura, comenzaron a implementarse operativos de desalojos forzosos, con lanzamientos inmediatos, en edificaciones del área centro sur costera de Montevideo. Implicó la desafectación y demolición de los edificios patrimoniales. La decisión ocasionó graves consecuencias sobre el proyecto de vida las de cientos de familias afrouruguayas, obreras empobrecidas, segregadas por el racismo estructural, habitantes de Conventillo Medio Mundo y barrio Reus al Sur o “conventillo Ansina”, cuna de los toques de candombe “Cuareim” y “Ansina” respectivamente.
Pérdida de valores culturales y lazos familiares de las cunas del candombe. Implicó un etnocidio cultural, revalorización del suelo y blanqueamiento estadístico, a largo plazo.
Existe una deuda muy grande con la comunidad afrouruguaya, en el reconocimiento de derechos vulnerados. Las familias desalojadas en 1978-79, aún siguen esperando la “vuelta al barrio”, prometida por las autoridades.
“Volver a mi barrio”
Se trata de un grupo de familias afrouruguayas, a las que se les despojó de todos sus bienes materiales y culturales. Se les obligó a abandonar el barrio. Se les impuso traslados sucesivos, que definen como “éxodo”.
En el presente, siguen luchando por la vuelta al barrio, prometida en 1978, por las autoridades.
Acciones de reparación simbólica
Con el proyecto Biografías ocultas de Montevideo al sur. Desplazamientos forzados en tiempos de Terrorismo de Estado. (2022), realizado en el marco del Museo de la Memoria, nos propusimos, centrarnos en los roles de las mujeres afrouruguayas, de estos sitios de memoria, guardianas de la memoria de la vida en comunidad, cuyas voces se encuentran ausentes de los relatos. Generar un espacio de memoria donde las personas se pudieran reconocer, recopilar las narrativas propias y visibilizar las consecuencias de las políticas dictatoriales, que afectaron sus biografías y promovieron la exclusión.
Existe una variedad de prejuicios instalados en la sociedad, que se asocian de forma peyorativa a lo afro o “negro”, habitantes de conventillo: mal vivir, promiscuidad, prostitución, alcoholismo, vagancia, desprolijidad, al no pago o causantes del deterioro edilicio, mala presencia, falta de modales, entre otros.
Junto con el grupo “Volver a mi barrio”, iniciamos un proceso de recopilación de fotografías y documentos, la mayoría perteneciente a las propias familias damnificadas, con el fin de rebatir prejuicios de índole racial, que han hecho, (y siguen haciendo) mucho daño en la dignidad de las personas.
El guion del proyecto pone en diálogo las siguientes etapas: Vida cotidiana en sitios de memoria hasta el desalojo (1978-79), Realojo posterior en Cerro Norte desde principios de los 80, luchas por la reparación integral.
Algunas familias desalojadas aún conservaban documentos, recortes de periódicos, folletería, documentación personal, diapositivas, fotografías en papel.
Este proceso nos permitió exponer los efectos del desarraigo, vinculando imágenes con los recuerdos bloqueados por el trauma del desarraigo. La muestra itinerante tiene por finalidad, divulgar otro aspecto de la violación de los Derechos Humanos, no reconocidos de la dictadura.