A partir de un trabajo etnográfico realizado con niñes de entre seis y ocho años, en una escuelita de surf, ubicada en la localidad de Pinamar -Costa Atlántica Bonaerense-, analizamos como estos en la experiencia de surfear simultaneamnete aprenden a producir lo común. A partir de hacer uso de la tabla, en las actividades vinculadas al aprendizaje del surf desplegadas en el mar, les niñes entretejen entre sí diversos conocimientos, que en el devenir mismo de su aprendizaje componen la experiencia de surfear. Entre los conocimientos que les niñes aprenden están los que explícitamente se vinculan con los procesos técnicos relacionados con el surf; carvear, take off, etc. Entramados en estos aprendizajes técnicos hay otro conjunto de conocimientos que les niñes aprenden al surfear; los de hacer común.
Acordar, discutir, pactar, disentir, consensuar, disputar, entre otras son algunas de estas prácticas vinculadas a los conocimientos de hacer común que se configuran íntimamente relacionadas con los entramados en los que se despliegan habilidades, ritmos y gestos relacionados con el aprendizaje del surf. Esto implica que el aprendizaje del surf supone diferentes prácticas de participación, en las que convergen maneras de hacer (De Certeau; 2000) vinculadas a diferentes situaciones relacionadas con el uso de la tabla en las que les niñes construyen conocimiento entre sí. En este marco, analizamos en primer lugar los conocimientos técnicos vinculados al surf que les niñes despliegan al hacer uso de la tabla, en segundo término, examinamos los conocimientos de lo común que les niñes construyen al aprender entre sí a surfear; y en tercer lugar exploramos las prácticas que les niñes despliegan al entretejer ambos conocimientos -técnicos y común- al hacer uso de la tabla. Se trata entonces, de un entramado de prácticas que producen en el hacer, conocimientos vinculados a la producción de lo común.