Una preocupación central en los debates actuales en torno a las políticas culturales contemporáneas refiere a los procesos de intervención y participación de diversos agentes sociales, destacándose el rol que desempeñan los artistas, colectivos y hacedores de la cultura en tanto artífices de estas políticas. Cabe destacar que en las últimas décadas el concepto de política cultural se ha descentrado, ampliándose a las prácticas, formas de producción e involucramiento realizadas por agentes no estatales. Ello en parte nos sitúa en un terreno que es el de la politización de la cultura, en particular a partir de un contexto actual en donde estos agentes sociales apelan a las nociones de arte, cultura y patrimonio como un “recurso” con diferentes usos y propósitos. Esta ponencia busca abordar determinados procesos de organización colectiva protagonizados por artistas, gestores/as, trabajadore/as y/o hacedores/as vinculados con el tango en la Argentina, atendiendo al campo de tensiones, negociaciones y formas de cooperación que despliegan los actores y las organizaciones relacionadas con este sector artístico-cultural. Señalemos que, si bien la situación excepcional originada por la pandemia del Covid-19 a partir del 2020, generó enormes dificultades y problemas de distinta índole dentro del sector, también fomentó la aparición de nuevas formas asociativas y colectivos culturales en relación con el tango. De manera más específica, nos interesa analizar de qué modo se han desarrollado, por un lado, determinadas formas y acciones de organización colectiva hacia el interior del sector y, por otro, cómo se han articulado de modo variable en relación con distintas órbitas del poder estatal, a través de demandas, búsquedas de reconocimiento y del requerimiento de políticas públicas para el sector. Veremos cómo mediante diversas formas de activismo cultural los protagonistas y hacedores del tango apelan al logro de una mayor visibilidad, fomento y/o recursos para el desarrollo de sus prácticas y sus proyectos.