El espacio de reflexión propone dar continuidad y profundidad al diálogo articulado desde el Grupo de Trabajo “Antropología de la Biopolítica y Etnografías Colaborativas” de la ALA en diversas instancias. En esas conversaciones hemos sostenido que distintas biopolíticas configuran diversas formas de teorización y práctica etnográfica. Así nos preguntamos: ¿qué prácticas etnográficas y qué dispositivos de participación y colaboración habilitan/limitan distintas biopolíticas? Estos interrogantes, que se fundan en experiencias concretas, confluyen en el cruce de genealogías teóricas vinculadas a la crítica epistemológica del colonialismo, centralmente la crítica biopolítica y la deconstrucción. La etnografía colaborativa como forma epistemológica, ética y política de práctica científica, nos agrupa y a la vez nos tensiona a investigadores e investigadoras en “comunidades” donde se dimensiona el aspecto sensitivo/artesanal de la etnografía y donde se prioriza la articulación interdisciplinaria e interinstitucional y el compromiso social con los ámbitos de estudio. Esto no está exento de conflictos que se enmarcan en las propias lógicas de regulación de lo común, tanto en los modos de producción de saber como en los modos de sociabilidad establecidos en las propias dinámicas de trabajo de campo. Aquí es donde “comunidad” en el sentido de institución, organización y forma jurídico-política contrasta con “comunes” diversos concebidos como redes de trayectorias y devenires a-orgánicos/contra-institucionales. En esta mesa dialogaremos entre diferentes territorios a partir de experiencias de investigación concretas y situadas, puntualizando en las problemáticas a las que se exponen las investigaciones colaborativas en el marco de matrices biopolíticas de saber- poder (en cuanto a formas de comunalización, instrumentalizaciones de recursos naturales, procedimientos jurídico-administrativos, éticas, reglamentaciones territoriales, formas de diseño de los hábitats, formas de regulación de los cuerpos, formas de regulación de la circulación/movilidad),
analizando cómo se tensiona la colaboración/cooperación en distintos contextos etnográficos. En este sentido la matriz de conversación que proponemos se vincula a dos ejes del Congreso ALA que entendemos se encuentran articulados: “Violencias” y “Sujetos y problemáticas emergentes”. Por un lado, problematizamos las violencias académicas y éticas así como las relaciones de poder y las dinámicas extractivistas que delimitan ciertos modelos de subjetividad científica en sus contrastes y disputas con construcciones comunes, formas singulares de comunalidad no reconocidas en la normatividad académica, no articuladas a la subjetivación científica. Por otro, estas formas subalternas de comunalidad científica que promueven nuevos y creativos devenires comunes (respecto a preguntas, categorías conceptuales, apuestas metodológicas, interdisciplinariedad, interinstitucionalidad) cuestionan e irrumpen el estatus quo disciplinario, presentándosenos como desafíos emergentes para las antropologías en América Latina y el Caribe.