Proponemos desde experiencias investigativas de Argentina, Brasil y Chile, analizar las violencias sobre los cuerpos y territorios que genera los desastres socioambientales provocados por el modelo de explotación intensiva de la naturaleza denominado extractivismo. Relevamos desde estos casos los heterogéneos mecanismos racializados y generizados que profundizan las desigualdades y legitiman la injusticia y el sufrimiento ambiental desde los aportes decoloniales y de la ecología política latinoamericana. En un contexto de cambio climático, nos interesa visibilizar cómo las violencias son diferenciadas e involucran dimensiones raciales, étnicas y de género, frente a las cuales comunidades y grupos vulnerados responden con creativas formas de re-existencia.
En los últimos años, América Latina ha retomado programas neodesarrollistas en la formulación de políticas nacionales, debido a la globalización y la reestructuración económica neoliberal. Estos programas se estaban implementando mientras se producían importantes avances en términos de la construcción de una sociedad plural, con reconocimiento de las diversas identidades culturales y particularidades territoriales. Sin embargo, nuevas regulaciones y cambios en el ámbito del Estado han señalado un movimiento que contradice los avances señalados, revelando las contradicciones inherentes al modelo neodesarrollista en curso.
El mercado globalizado y los intereses económicos en los recursos naturales han incrementado la presión sobre los bosques, el agua, la tierra y el
subsuelo. Los cambios recientes en la legislación ambiental y de protección de derechos están orientados a simplificar tanto los procesos de licenciamiento ambiental como el seguimiento y fiscalización de los grandes emprendimientos, lo que ha incrementado la recurrencia de conflictos y desastres socioambientales, especialmente a lo largo de las cuencas de los ríos, con drásticas consecuencias, en cuanto a la disponibilidad de agua, así como la vida de las comunidades que tienen al medio ambiente como base material y simbólica de su reproducción social.
En este sentido, esta mesa pretende profundizar los casos de estudio, como las situaciones de los afectados por la hidroeléctrica de Belo Monte y el desastre de Samarco/Vale/BHP Billiton en Brasil, los contaminados en la bahía de Puchuncavi en Chile, y los conflictos por el agua en Argentina, poniendo énfasis en: a) las reconfiguraciones del neoextractivismo y las presiones sobre los bienes comunes naturales, b) la violencia extractivista sobre los cuerpos, en particular de las mujeres y otros grupos subalternizados como indígenas y campesinos que buscan proteger sus territorios, c) las falsas soluciones relacionadas a la transición energética que impulsan los estados y organismos multilaterales y que legitiman un modelo de despojo, d) la gobernanza que busca el control sobre la definición y el reconocimiento de los daños así como en los desafíos planteados por los afectados a los mecanismos de gestión de crisis; y e) las alternativas, prácticas de re-existencias que emergen desde los propios territorios.