En las últimas dos décadas la región centroamericana ha atravesado volubles dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales. Las rupturas y continuidades están relacionadas con dos fuerzas motoras, por un lado, el cierre de los conflictos armados, la firma de la paz y la democratización; por el otro, las reformas neoliberales de los Estados y el auge de entramados de poder lícitos e ilícitos, nacionales y transnacionales que se desplazan entre lo público y lo privado con habilidad para inhibir el poder de lo público y la democratización.
La fuerza de lo neoliberal y los entramados de poder es una agenda que colisiona con esfuerzos para superar las violencias y las desigualdades de las sociedades centroamericanas. Aunque algunas temporadas han dejado sensaciones de esperanza y de ruptura con el pasado, la continuidad de las violencias y las desigualdades es estructural, impacta en lo cotidiano y cada vez nos acerca más a las formas autoritarias del siglo XX que se piensan superadas.
El ejercicio antropológico no es ajeno a esa dinámica, la institucionalidad de la antropología sobrelleva los impactos directos de lo político. Esto se observa en la precarización de las condiciones de enseñanza/aprendizaje/investigación/ejercicio antropológico, al tiempo que se vislumbra la emergencia de nuevos problemas sociales, resultado de los autoritarismos y la neoliberalización que requieren atención de la disciplina. Así, aunque el desarrollo de nuestras antropologías ha sido pausado y lento, los presupuestos son mínimos y que la investigación y escritura se hace bajo el manto de las violencias, las desigualdades y los silenciamientos, los y las antropólogas hemos encontrado formas creativas y estratégicas para desplegar y expandir nuestro campo disciplinario.
Por esa razón el propósito de esta mesa es visibilizar y dialogar en el contexto latinoamericano, sobre las distintas formas de ejercicio antropológico hecho por antropólogas/os de Centroamérica que nos hemos enfrentado a situaciones adversas. Proponemos la discusión de cuatro ejes: 1. El significado de hacer investigación antropológica-etnográfica en contextos de violencias institucionalizadas y las inacabadas acciones estatales ante los derechos humanos; 2. El relacionamiento con los sujetos en estos contextos de investigación y las luchas por la defensa de sus territorios y bienes naturales.