Sobre Cuentos de humo se podría decir que es una película de docu-ficción. Las historias que en ella se cuentan están basadas en un trabajo etnográfico de largo aliento con jóvenes usuarios de drogas duras en condiciones de extrema precariedad en Bogotá y están, además, representadas por muchos de estos mismos jóvenes. Empero, de este cortometraje también se podría decir que es en sí mismo un cuento que presenta una realidad cruda y difícil aventurándose en los hilos narrativos del realismo mágico. Más allá de la apuesta etnográfica y de los productos resultado de investigación que pueden derivarse de ella, Cuentos de humo asume los lazos entre realidad y ficción y busca adentrarse en las formas de narración por las cuales aquellos jóvenes, hombres y mujeres, cuentan su relación con la «calle», entendida aquí como un «territorio social», así como sus pesares y sus anhelos.